Guadalupe y rafa, en la preboda, me advirtieron, que en sus casa iban a estar llena de gente, y asi fue, amigos, amigas, familiares,… gente por todos lados, brindando, riendo, abrazándose, llorando de emoción. Y es que así, da gusto empezar el día de la boda.
Cuando llegué a casa de Rafa, me estaban esperando sus amigos, con unas cervezas frías en la mano, esperando a empezar la fiesta. En casa de Guadalupe, no fue diferente, solo que en esta ocasión llegué yo antes, y una vez se vistió, despues de las lágrimas, empezaron a sacar botellas de champange para brindar y celebrar.









































































