María y Jorge, viven en Madrid, pero ella es de un pueblo, cercano a Mérida, la Zarza, y aqui quisieron celebrar su boda. María, es una enamorada de su pueblo y sus costumbres, y solo había que ver, como cogió la guitarra, cantó con el coro, al que había pertenecido.
Aunque vergonzosos, no paraban de reír en todo el día. Comencé, como de costumbre con los preparativos de Jorge, en una bonita habitación del hotel balneario de Alange, acompañado de su hermano, y su madre.
De alli, me fui a la casa donde me esperaba María, risueña, y alegre, rodeada de sus padre, hermanos, y algunos familiares cercanos.
La ceremonia, emotiva y muy bonita, tuvo lugar en la parroquia de San martín, y posteriormente nos fuimos a los salones Selene, disfrutando hasta de un juego interactivo con los invitados.







































































