Carmen + José Antonio | Tal para cual

Un día, recibí una llamada, era Maribel, la madre de José, que conozco hace muchos años y lo primero que me dijo fue: ¡Que mi hijo se casa! y me entró ese escalofrío por el cuerpo, que te llena de alegría, solo con oir como me lo decía. 

José correteaba por su casa con apenas 8 o 9 añitos cuando yo lo conocí. Es como ese sobrino que no tenía, al que le das su primer sorbo de cerveza, te cuenta las trastadas que hacía, y le guardas secretos. Y aunque no se de tu familia, te cuenta sus logros, y te alegras por él, por que lo has visto crecer, has visto como se hace un hombre, y eso te llena de alegría. 

Cuando quedamos para hacer la preboda, conocí a Carmen, y al poco tiempo, vi que eran el uno para el otro, los mismo chascarrillos, se reían juntos de todo. Estuvimos por el centro de Mérida, en los monumentos más representativos, charlando, riendo, disfrutando el uno del otro, y dejándome hacer todo lo que quería, me contaron como se conocieron, y es que la historia no tiene desperdicio. Él de Mérida, ella de San Pedro de Mérida, se conocieron en El puerto de Santa María donde trabajaba Carmen, José se fue a trabajar a Córdoba, ella cambio su sitio de trabajo a Madrid, y tras varios meses de viajes para verse,  José cambió de trabajo y se fué al puerto, y por fin el destino les unió en Segovia. 

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